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La limpieza dental, también llamada profilaxis dental, se hace para eliminar la placa y el sarro que se acumula en los dientes con el paso del tiempo.
 
Es una de las intervenciones más sencillas e indoloras que se realizan en odontología, pero no por ello menos importante. Su objetivo es eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado en los dientes, la línea gingival (la línea entre las encías y los dientes) y los espacios interdentales.  
 
Las limpiezas dentales profesionales, permiten llegar a espacios de la boca que con nuestra higiene particular no alcanzamos. Por muy rigurosos que seamos con el cuidado de nuestra boca, siempre pueden quedar restos de placa o sarro que son imperceptibles para nosotros pero que, aun así, están presentes.
 
Por esta razón, son tan necesarias las limpiezas bucodentales, y, tan solo un profesional, conseguirá que nuestra boca y dientes estén libres de suciedad.
 
Al contrario de lo que muchas personas creen, las limpiezas dentales no dañan el esmalte y pueden realizarse tantas veces como el odontólogo considere necesarias. Aunque, como hemos avanzado, se trata de un procedimiento indoloro, algunas personas (especialmente aquellas que sufren sensibilidad dental) pueden experimentar algunas molestias durante el proceso.
 
Debes saber que…
Además de antiestética, la placa bacteriana es más peligrosa de lo que creemos. No solo porque puede provocar caries, sino porque es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad periodontal. Por si fuera poco, el sarro está asociado a un mayor riesgo de sufrir pérdida de piezas dentales y otras enfermedades como diabetes y condiciones cardiovasculares.
 
Para evitar estas consecuencias, es importante cepillarse los dientes de forma exhaustiva después de cada comida y usar hilo dental diariamente. Además, resulta fundamental programar al menos dos visitas regulares con el odontólogo para someterse a una limpieza profesional. En estas visitas, el especialista aprovechará también para valorar el estado general de la boca.
 

¿Cada cuánto tiempo se debe hacer una Limpieza Bucal?

La respuesta a esta pregunta es variable y depende del paciente y de una correcta valoración por el dentista. 

No hay un tiempo determinado para todos en cuanto a la frecuencia de la limpieza dental. De hecho, no hay investigaciones concluyentes que demuestren sus efectos positivos o negativos. No obstante, el odontólogo puede recomendar, por ejemplo, cada 6 meses o cada año según el caso. 
 
Si nosotros mismos vemos aparecer nuestro sarro con rapidez, o sufrimos también problemas de inflamación de encías, es posible que debamos realizarla con más frecuencia. En cambio, si no tenemos afecciones dentales o si padecemos sensibilidad dental después de la limpieza, podemos esperar más tiempo para la siguiente sesión.
 
En el caso de los niños, la limpieza dental no es un procedimiento rutinario. Solo se realizará si el especialista observa una acumulación de sarro. En cambio, ya en la adolescencia sí que puede ser más necesaria, debida a los cambios hormonales que pueden causar una inflamación de las encías. En este caso, se puede hacer cada 8 o 10 meses.
 

¿En qué consiste la Limpieza Bucal Profesional?

Se eliminan de la superficie de todos los dientes varias cosas como las tinciones que oscurecen el diente. El origen de estas tinciones, suele venir de ciertos alimentos: frutas de colores intensos, el café, el té, el vino, el tabaco y ciertos enjuagues dentales. 

Son sencillas de eliminar, aunque llevan algo de tiempo. Esto se debe a que muchas veces las zonas que se tiñen son las de mayor dificultad de acceso.
 
La placa dental, también se elimina mediante la limpieza dental profesional. Cuando esta placa dental no es eliminada correctamente se calcifica y endurece formando el cálculo o sarro dental. Este sarro dental, se puede acumular inicialmente en la zona externa de la encía, el cual, eliminaremos también mediante la limpieza dental profesional. 
 
Sin embargo, si se acumula durante mucho tiempo en la zona externa, puede penetrar en la encía hacia zonas internas. Lo que originará una mayor inflamación, sangrado e incluso una pérdida del hueso que envuelve a los dientes. Esto puede causar la enfermedad conocida por el nombre de periodontitis.
 

Técnica o Método de Limpieza

La realización de una limpieza bucal es un procedimiento habitual en todas las clínicas dentales, que tiene el fin de limpiar en profundidad los dientes, los espacios interdentales e incluso la línea de la encía.  
 
Suele realizarla el odontólogo, aunque también puede ser habitual en algunas clínicas, que éste, delegue en los higienistas dentales, que son técnicos especializados en los tratamientos odontológicos que cuidan la salud las encías y del terreno dental.
 
Podemos distinguir distintos pasos, que podrán variar en función de cada caso en particular:
 
Exploración Bucal y Valoración del Estado de Dientes y Encías
Esto es imprescindible para comprobar si la persona sufre enfermedades periodontales o caries. Además, también podrá observar dónde hay una mayor acumulación de placa o sarro (que es la placa ya endurecida).
 
Aplicación de Eritrosina
En muchos casos de aplica este compuesto colorante en la superficie de los dientes para teñir la placa y facilitar el procedimiento.
 
Eliminación de la Placa mediante una Punta de Ultrasonidos
A continuación, se procede a la profilaxis mediante la utilización de instrumentos de ultrasonido. Este sistema, combina el agua a presión con pequeñas vibraciones que hacen que se elimine la placa y el sarro acumulado de los dientes. Es una técnica totalmente indolora para el paciente.
 
Uso de Seda Dental o Cepillos Interproximales
Tras la eliminación de restos, el profesional procederá a realizar una limpieza interdental con hilo dental o cepillos interdentales, para eliminar posibles restos.
 
Eliminación de las Manchas
Con tiras de pulir, cepillo o aeropulidor de bicarbonato.
 
Aplicación de Gel de Flúor
Tiene el fin de remineralizar y blanquear el esmalte.
 
Curetaje Dental
Solo se realiza en caso de que el higienista detecte la existencia de sarro por debajo de la línea de la encía, lo cual está relacionado con afecciones periodontales. Este paso, sí que requiere anestesia local.
 
Por lo tanto, la limpieza dental no es dolorosa ni requiere anestesia, a excepción del curetaje. La sesión suele durar (de un modo aproximado) entre 30 y 60 minutos, según el estado de los dientes.
 
 

La Importancia de Realizar una Limpieza Bucodental

Este tratamiento es necesario ya que aporta numerosos beneficios a nuestra salud dental. En primer lugar, la limpieza bucodental fortalece el esmalte y previene la formación de caries.  

A continuación, conozcamos cada uno de los beneficios que nos puede proporcionar una limpieza dental profesional.
 
Evita la Inflamación de las Encías previniendo así la Gingivitis o Periodontitis
La enfermedad de las encías afecta al tejido alrededor de tus dientes. Muchos saben que esta enfermedad afecta al aliento y a las encías, pero pocos saben que puede derivar en pérdida ósea si no se trata. 
Si la enfermedad de las encías se detecta a tiempo, sus efectos se pueden revertir y tratar. La limpieza regular y las revisiones son clave para prevenirla.
 
Apiñamiento Dental
Si sufrimos dicha patología, es aún más importante realizar este tratamiento siguiendo las prescripciones médicas, ya que la limpieza de las piezas dentales se vuelve todavía más difícil con los medios que tenemos en casa y puede provocar enfermedades periodontales.  
 
Mejora la Estética de tu Sonrisa
La limpieza dental profesional puede aportar una sonrisa más blanca y brillante. Aunque existen otras alternativas, la limpieza profesional es el método más efectivo y seguro. Elimina manchas y pule los dientes. No tienes que preocuparte por la sensibilidad dental, a diferencia de los procedimientos de blanqueamiento dental. 
 
Mantiene la Salud Oral
Las visitas regulares a tu dentista le permiten a este llevar un seguimiento exhaustivo de tu salud oral y garantizar la detección temprana de problemas.
 
Detecta el Cáncer de Boca
El cáncer de boca puede ser mortal, especialmente si no se detecta a tiempo. Por otro lado, con las limpiezas dentales regulares tu dentista puede examinarte y detectar este problema. Esto es especialmente importante para pacientes fumadores.
 
Previene el Mal Aliento
Aunque la buena higiene bucal te aporta un aliento fresco, las bacterias y la placa pueden escapar de tu rutina de cepillado e hilo dental. La limpieza dental profesional mantiene tu salud oral y previene el mal aliento.
 

Tipos de Limpieza Dental

Existen dos tipos de limpieza dental: la básica y el curetaje o raspado radicular. Será el dentista, quien dependiendo de la situación de cada paciente y las necesidades de este, recomendará una limpieza u otra.
 
Limpieza Dental Básica
Tiene como principal objetivo la eliminación de la placa bacteriana y el sarro. Posee un carácter más preventivo y estético.
 
Curetaje o Raspado Radicular
También se recurre a este tipo para eliminar la placa bacteriana y el sarro, pero en pacientes que padecen alguna enfermedad relacionada con las encías, como pueden ser la gingivitis o periodontitis. Esta limpieza es más profunda y se centra en la zona de los dientes por debajo de las encías.
 

Consejos para una Buena Higiene Bucal

Cepíllate mínimo dos veces al día 

Acostúmbrate a cepillarte los dientes después de cada comida. Mínimo por la mañana y por la noche. Durante al menos dos minutos.
 
Cepillo Manual o Eléctrico
Si la técnica de cepillado es buena, es igual usar uno que otro. Es cierto que los movimientos oscilantes y vibratorios de los cabezales eléctricos pueden ayudar a extraer más restos de comida, pero también pueden resultar más agresivos con las encías si no se modula la presión.
 
Pasta de Dientes 
La pasta dentífrica debe ser fluorada y no es necesario cubrir todo el cabezal del cepillo con ella. El equivalente a un guisante es más que suficiente para obtener un cepillado correcto.
 
Renueva el cepillo cada 3 meses
El cepillo de dientes debe estar en buenas condiciones y reemplazarse cuando se deteriore. Cambia de cepillo cada trimestre, o cuando lo veas en mal estado, para evitar enfermedades periodontales.
 
Usa el Hilo o Seda Dental
Ayuda a extraer los restos de comida de las zonas de difícil acceso a las que no llegamos con el cepillo, como entre los dientes o la parte trasera de las muelas. Debe acompañar siempre al cepillado, aunque no es un sustituto.
 
Enjuague Bucal
Lo mismo se puede decir del colutorio. Ayuda a completar la higiene dental, ya que su formulación líquida hace que llegue a toda la cavidad oral. No sustituye ni al cepillado ni a la seda dental.
 
No Olvidar la Lengua
La higiene dental diaria debe incluir la lengua y la cara interna de las mejillas. Esta limpieza se puede hacer con el propio cepillo o con dispositivos de silicona diseñados a tal efecto.
 
Acude al dentista dos veces al año  
La opinión de un profesional es muy importante a la hora de evaluar el estado de salud de tu boca.
 
Masticar Chicle 
El chicle sin azúcar, preferiblemente con xilitol por sus ventajas anticariogénicas, es únicamente una opción de emergencia cuando no se dispone de los utensilios para hacerse un cepillado normal.
 
Realízate como mínimo una limpieza dental al año
Una limpieza más profunda permitirá la eliminación de manchas y de sarro en tus dientes. Con ello, podrás prevenir enfermedades periodontales que ocasionan movilidad y pérdida de la pieza dental.
 
Recuerda que las revisiones periódicas con tu dentista son esenciales para mantener tu boca sana y limpia.