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El hecho de tener unas encías sanas y fuertes es uno de los aspectos más importantes para mantener el buen estado de nuestra salud dental.

Mucha gente piensa que tener una buena salud bucal tan solo incluye los dientes. Sin embargo, pensar así es un error, ya que la salud de nuestras encías es tan importante como la de nuestros dientes, y están estrechamente relacionadas la una con la otra.

Y es que las encías son una de las estructuras bucales que sostienen nuestros dientes. Por esta razón, es tan necesario cuidar diariamente de ellas y darles una atención tan importante como la que le damos a nuestra dentadura.

Por lo tanto, debemos mentalizarnos de que la salud de las encías es un factor clave para proteger nuestros dientes y evitar enfermedades como la gingivitis o la periodontitis, ya que éstas, podrían conducir al empeoramiento de otras enfermedades sistémicas.

En este nuevo artículo mencionaremos algunos de los aspectos fundamentales para reconocer el estado de nuestras encías y saber cómo mantenerlas sanas y fuertes en todo momento.

 

¿Cómo Saber si tus Encías están Sanas?

Para asegurarnos de que nuestras encías estén sanas, debemos controlar regularmente su estado cuando nos lavemos los dientes. De este modo, si encontramos alguna anomalía o patología dental u oral, siempre podremos tratar el problema antes de que vaya a peor. 

Dicho esto, a continuación veremos algunas de las características que nos indican cuándo unas encías están sanas.

Características de unas Encías Sanas

  • Poseen un color sonrosado, es decir, presentan una tonalidad de un rosa claro.
  • Ausencia de dolor, ya sea intermitente o continuo. No sentimos molestias.
  • No sangran al cepillarnos los dientes, ni tampoco de manera espontánea.
  • Los dientes no se mueven y se mantienen completamente fijos en su lugar.
  • No hay problemas de halitosis, sequedad o cualquier otro que pueda afectar a nuestra boca.
  • No hay supuración de encías.
  • Las encías se ven firmes y elásticas.

Características de unas Encías Enfermas

  • Inflamación de encías.
  • Las encías adquieren un color rojizo, blanquecino o amoratado que pueden ser síntomas de alguna infección o enfermedad del tejido gingival.
  • Las encías sangran de forma espontánea y también al cepillarnos los dientes, ya sea de forma suave o agresiva.
  • Su superficie presenta un aspecto liso y brillante, en lugar del llamado “piel de naranja”, por la semejanza del tejido gingival de unas encías sanas.
  • Halitosis o Sequedad en la Boca. Respecto al mal aliento, se puede tratar por sí solo. Sin embargo, cuando está asociado a una enfermedad de las encías, es necesario recurrir a otro tipo de soluciones algo más complejas.
  • Sientes cierta movilidad en tus dientes sin haberte golpeado.

*Sangrado de Encías:

Tal como ya hemos mencionado antes, si nos sangran las encías, es señal de que padecemos de una gingivitis, inflamación de encías, o cualquier otra afección de las mismas.

Por lo que lo más probable es que puede que sea necesario un tratamiento de raspado, es decir, una limpieza subgingival para eliminar la placa bacteriana o el sarro que se acumula debajo de las encías y en los espacios interdentales.

Esto puede deberse a una incorrecta higiene bucodental. De manera que las encías necesitarán un tratamiento adecuado para su recuperación y evitar que empeoren y afecten al hueso alveolar.

Dicho esto, cualquier cambio que detectemos o veamos en nuestras encías, es señal de alguna afección o posible problema que deberemos consultar con nuestro dentista tan pronto como sea posible.

 

¿Pueden los Brackets Dañar las Encías?

Los brackets no dañan nuestras encías, pero es común que se inflamen si no mantenemos una higiene bucodental adecuada y cuidadosa.

Por esta razón, las personas que utilizan este tipo de aparatos de ortodoncia, deben prestar especial atención a su higiene bucal diaria y dedicar un poco más de tiempo, dado que en los brackets se suele acumular más restos de comida y, por ende, placa bacteriana.

Debido a su posición en los dientes, es fundamental utilizar una técnica de cepillado correcta. De igual modo, debemos usar complementos de higiene bucal tales como hilo dental superfloss (ideal para ortodoncia), cepillos interdentales e irrigador bucal.

Los dientes deben limpiarse cuidadosamente alrededor de cada bracket, sin dejarnos atrás ninguna superficie ni espacios interdentales. 

Esta limpieza debe llevarse a cabo después de cada comida, ya que por lo contrario, las encías se inflaman y el paciente sufrirá de gingivitis, lo que podría interferir en el tratamiento ortodóntico. 

 

Consejos para Mantener unas Encías Sanas

Para mantener unas encías sanas debemos seguir una serie de pasos y rutinas diarias. De este modo, estaremos cuidando a su vez de la salud de nuestros dientes, ya que como decíamos, las encías son su soporte.

Veamos cuáles son algunos de los consejos más relevantes a tener en cuenta.

Correcta Higiene Bucodental

Una adecuada higiene tanto oral como dental, es fundamental para prevenir posibles enfermedades en las encías o bucales en general. 

Para ello, eliminaremos la placa que se acumula en los dientes, encías y lengua cepillándonos los dientes correctamente después de cada comida. 

Además, también es muy importante utilizar hilo dental, cepillos interproximales y/o un irrigador bucal para limpiar los espacios interdentales. 

Recuerda cepillar también tu lengua adecuadamente, ya que al igual que dientes y encías, no deja de ser otro foco de bacterias si no se limpia correctamente.

Por último, para completar tu higiene bucodental, puedes utilizar un colutorio o enjuague bucal que sea apropiado para ti. No dudes en pedir consejo a tu dentista de confianza.

*Prótesis u Ortodoncia:

Tal como mencionamos anteriormente en el caso de la ortodoncia, tanto las personas que utilicen brackets, como las que lleven prótesis, ya sean fijas o removibles, deben extremar aún más su higiene dental, ya que se puede dar una mayor acumulación de placa.

Revisiones Periódicas

A pesar de que diariamente, realices la mejor de las rutinas de higiene dental, es necesario que acudas a tu dentista regularmente, al menos una vez al año. 

Tanto las revisiones periódicas, como una simple limpieza dental en la clínica, nos pueden ahorrar graves problemas en un futuro. Y es que al realizar una higiene dental, estaremos eliminando la placa bacteriana acumulada que no conseguimos eliminar al cepillarnos los dientes.

No eliminar el sarro puede provocar una enfermedad en nuestras encías. Además, en los casos más graves de una afección gingival, puede que nuestros dientes se muevan, e incluso llegar a perderlos si no tratamos el problema a tiempo.

Llevar una Buena Dieta

Mantener unos buenos hábitos alimenticios y llevar una dieta rica en vitaminas, nos ayudará a mantener nuestras encías sanas y fuertes, y también nuestros dientes.

Se ha podido comprobar que algunos alimentos ricos en vitamina C y K ayudan a prevenir enfermedades como la gingivitis, por lo que pueden convertirse en importantes aliados a la hora de cuidar y mirar por tu salud bucodental.

Por ejemplo, la vitamina B2 puede ayudarnos en la prevención de procesos inflamatorios. Del mismo modo, los alimentos ricos en calcio son buenos para nuestros dientes y huesos, y también para nuestras encías.

Evitar el Consumo de Alcohol y Tabaco

Tanto el consumo de tabaco como el consumo de alcohol pueden perjudicar a tu salud más allá de tus encías, ya que pueden provocar cáncer oral. 

El consumo de tabaco, por su parte, está relacionado con las enfermedades de las encías y problemas de periodoncia, lo que aumenta en gran medida el riesgo de sufrir de una enfermedad periodontal.

Por lo tanto, si tienes alguno de estos hábitos, dejarlos será importante tanto para tu salud bucal como para tu salud en general.

 

En definitiva, si notas tus encías rojas o ves que te sangran, acude a tu dentista. Pues un simple tratamiento a tiempo, te ayudará a mejorar tu salud bucodental.