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La clave para conseguir una boca sana y saludable reside en mantener una buena higiene bucodental.

Como en cualquier especialidad de la salud, en odontología también existen unos niveles de prevención de las enfermedades bucales y otras afecciones. Así pues, la odontología preventiva busca evitar o disminuir problemas como caries o enfermedades periodontales para prevenir complicaciones o intervenciones más invasivas en el paciente.

Una buena higiene bucal comienza por un correcto cepillado después de cada comida. Debemos tener en cuenta que, si se da un sangrado evidente de las encías, será porque estas padecen de gingivitis. Las encías sanas nunca sangrarán con el cepillado, y por supuesto, nunca hay que olvidar un buen enjuague bucal.

Para entender los principales objetivos y las actividades de la práctica odontológica preventiva es necesario conocer cuáles son los diversos niveles donde actuar.

En este sentido, no se trata solo de prevenir la aparición de una enfermedad, sino también detectar cualquier progreso de afección para la curación de la misma o minimizar su progresión.

Fases de la odontología preventiva:

  • Prevención primaria

Tiene como objetivo principal reducir la aparición de enfermedades y afecciones bucales. La fluoración de las aguas de abastecimiento público es un ejemplo de ello como prevención de la caries dental.

  • Prevención secundaria 

Surge cuando la prevención primaria no existe o ha fallado. Es decir, en esta fase, el dentista consigue mejorar el pronóstico de la enfermedad y permite mantenerla bajo control.

  • Prevención terciaria 

Interviene en caso de que la enfermedad ya esté establecida en el paciente. Se procede a  la lesión y evitar un mal mayor derivado de la enfermedad o afección bucal.

La odontología preventiva se encarga de cuidar nuestros dientes para mantenerlos sanos. A continuación, veremos porqué son tan importantes las revisiones periódicas para nuestra salud bucal.

  1. Evita tratamientos más complejos y costosos. En la cavidad oral muchas enfermedades de encías o caries pueden pasar desapercibidas para el paciente, y sin embargo, cuándo empiezan a molestar (o incluso algunas ni siquiera molestan) ya suele ser demasiado tarde. Las revisiones periódicas al dentista son fundamentales para evitar que la enfermedad evolucione y por lo tanto haya que llevar a cabo tratamientos más complejos, más largos en el tiempo e inevitablemente con precios más elevados.
  2. Prevención de enfermedades cardíacas, diabetes o incluso cáncer. Las enfermedades de las encías están ligadas a enfermedades generales como problemas cardíacos, pudiendo llegar incluso a producir infartos, o diabetes. Por ello, es esencial que aquellas personas que padecen problemas de encías mantengan sus revisiones periódicas con profesionales cualificados para controlar su enfermedad y evitar riesgos mayores.
  3. Mantener tu estilo de vida. Como la odontología preventiva se encarga de cuidar tus dientes para mantenerlos sanos, no tendrás que preocuparte por no poder sonreír en público o comer lo que quieras porque tu sonrisa lucirá sana y bonita.