Algunas dolencias o enfermedades que pueden afectar a nuestra salud bucodental si no cuidadmos bien de ella son:
Caries.
Consiste en la destrucción de los tejidos de los dientes debido a la presencia de ácidos producidos por las bacterias contenidas en la placa que se aloja alrededor de los dientes. Este deterioro se produce cuando la persona no se cepilla y no utiliza hilo dental con regularidad.
Si no se tratan a tiempo, pueden causar dolor en los dientes, y ocasionar que el diente se infecte provocando un absceso, e incluso puede conducir a la pérdida del mismo. Para saber si tenemos una caries, lo mejor es acudir al dentista, ya que será el especialista quien lo determine con seguridad.
Enfermedad de las encías.
Es una infección del tejido que sostiene los dientes, y puede progresar hasta afectar el hueso que rodea y sostiene los dientes. Puede provocar la pérdida de dientes con el tiempo.
La enfermedad consta de tres etapas: gingivitis, periodontitis y periodontitis avanzada.
Gingivitis.
Presencia de inflamación de las mismas, se puede observar enrojecimiento e hinchazón de las encías. Puede ser revertida ya que en esta etapa todavía no se ve afectado el hueso y el tejido conectivo que sostienen los dientes.
Periodontitis.
En esta fase ya se encuentran afectados tanto el hueso de soporte como los tejidos que sostienen los dientes. Posibilidad de realizar una terapia periodontal y mejorar la higiene bucal para que los daños no avancen.
Periodontitis avanzada.
En esta etapa tanto el hueso como los tejidos están completamente destruidos causando que los dientes se desplacen o se aflojen. Se puede aplicar terapia periodontal agresiva para tratar de salvar los dientes.
La enfermedad de las encías puede ser indolora e imperceptible por nosotros mismos. Por ello es tan importante acudir regularmente al dentista para que evalúe las condiciones de nuestras encías y dientes.
Algunos síntomas que nos pueden alertar:
Para su prevención, es indispensable realizar el cepillado correctamente, tratando de eliminar la mayor parte de la placa alojada en los dientes y utilizando hilo dental.
Cáncer oral o de boca
Se produce sobre los labios, dentro de la boca, las amígdalas en la parte posterior de la garganta, lengua, glándulas salivares y en los tejidos blandos de la boca.
Síntomas comunes:
Boca seca, dificultad para masticar, tragar, hablar, caries, ardor en la garganta e infecciones bucales.
Los malos hábitos como fumar, masticar tabaco y consumir alcohol pueden aumentar el riesgo de cáncer de boca. Una buena higiene oral siempre será recomendable, ya que por lo contrario, sus posibilidades de contraer cáncer serían de un aumento considerable.
El predominio de este tipo de cáncer es mayor en hombres, personas mayores y personas con bajo nivel educativo y escasos ingresos.
Autoestima baja
Una mala salud oral a largo plazo puede hacer que usted se sienta menos seguro al momento de sonreír o hablar. Al contrario de lo que se pueda creer, todas estas pequeñas cosas pueden afectar profundamente la autoestima.
Llevar una dieta saludable siguiendo estos hábitos:
A parte de estos consejos básicos, la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), recomienda seguir las siguientes pautas:
– Fomentar una cultura preventiva en casa desde muy temprana edad.
– Usar un cepillo dental y una técnica de cepillado adecuados a cada caso.
– Cepillar bien los dientes después de cada comida y antes de acostarse.
– Usar pasta dentífrica rica en flúor, ya que refuerza el esmalte y previene la caries.
– Cepillar la lengua y masajear las encías para mantenerlas sanas y fuertes.
– Utilizar colutorios antibacterianos con clorhexidina solamente cuando lo indique el odontólogo.
– Renovar el cepillo de dientes cada 3 meses aproximadamente, o cuando las cerdas estén deterioradas.
– Acudir al odontólogo para revisiones periódicas (su odontólogo marcará la periodicidad de las visitas en función de las necesidades).
– Limpiezas periódicas en la consulta dental para la eliminación de la placa bacteriana acumulada y el pulido de dientes (se harán cada 4,6 o 12 meses, según el riesgo de problemas dentales).
Hilo dental y cepillado
Cómo realizar un correcto cepillado dental:
Cepillado incorrecto: No cepillar los dientes en sentido horizontal, pues podría dañar las encías y cuellos dentales.
La mayoría de los profesionales en odontología sugieren un cepillo con cerdas suaves, ya que son menos agresivos.
Aunque esto siempre dependerá de las preferencias de cada usuario, la importancia radica en las indicaciones de nuestro odontólogo y en el uso de una correcta técnica de cepillado.
Respecto a su tamaño, debes saber que los más recomendables son los cepillos de cabeza pequeña, ya que llegan mejor a todas las zonas.
Los cepillos eléctricos se recomiendan sobre todo en personas con problemas manuales y que se les dificulte realizar los movimientos del cepillado con un cepillo convencional.
Cepillos interdentales
El objetivo principal del cepillo interdental es llegar a aquellas zonas de tu boca donde no consiguen llegar ni el cepillo de dientes, ni el hilo dental para eliminar la placa bacteriana.
Modos de uso:
Acudir a tu odontólogo una o dos veces al año para realizar una revisión es la mejor manera de prevenir o poner solución a cualquier problema bucodental.